Música y memoria:
un lenguaje que se comparte.
Música y memoria:
un lenguaje que se comparte.

En México, miles de personas viven con demencia en un entorno marcado por el estigma, la soledad y la fragmentación de los sistemas de cuidado. Desde 2025, el proyecto Música y Demencia en México transforma la improvisación musical en una herramienta de conexión y bienestar, creando espacios donde personas con demencia, sus cuidadores y músicos comparten momentos de expresión, escucha y reconocimiento mutuo.
Inspirado en el programa Music for Life de Linda Rose (Wigmore Hall, Reino Unido) y adaptado al contexto social y cultural mexicano, este proyecto desarrolla sesiones musicales co-creadas, talleres de formación, investigaciones clínicas y acciones de sensibilización en colaboración con instituciones públicas y privadas.
Nuestro trabajo no es terapéutico ni asistencial: es relacional, artístico y profundamente humano.

En México, miles de personas viven con demencia en un entorno marcado por el estigma, la soledad y la fragmentación de los sistemas de cuidado. Desde 2025, el proyecto Música y Demencia en México transforma la improvisación musical en una herramienta de conexión y bienestar, creando espacios donde personas con demencia, sus cuidadores y músicos comparten momentos de expresión, escucha y reconocimiento mutuo.
Inspirado en el programa Music for Life de Linda Rose (Wigmore Hall, Reino Unido) y adaptado al contexto social y cultural mexicano, este proyecto desarrolla sesiones musicales co-creadas, talleres de formación, investigaciones clínicas y acciones de sensibilización en colaboración con instituciones públicas y privadas.
Nuestro trabajo no es terapéutico ni asistencial: es relacional, artístico y profundamente humano.

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Una práctica artística relacional centrada en la persona
Música y Demencia en México es una iniciativa artística centrada en la improvisación musical como medio para acompañar a personas que viven con demencia. La propuesta se basa en el respeto a la dignidad, la historia y la capacidad expresiva de cada participante, y en la creación de vínculos significativos a través del sonido.
Cada sesión es un encuentro colectivo en el que músicos profesionales, personas con demencia y sus cuidadores co-crean momentos musicales únicos. No seguimos un repertorio ni buscamos “estimular” o “corregir”. Nos dejamos guiar por la presencia, la escucha y la respuesta espontánea. Este enfoque está inspirado en el modelo del cuidado centrado en la persona de Tom Kitwood, la ética de la respuesta de Martin Buber y la psicología humanista de Carl Rogers.
El proyecto se lleva a cabo en casas de día, centros de salud, instituciones geriátricas y comunidades en distintos estados del país. También incluye espacios de formación para músicos y cuidadores, así como investigaciones en colaboración con el Instituto Nacional de Geriatría (INGER).
Lo que hacemos

Sesiones Semanales
De improvisación con personas que viven con demencia y sus cuidadores.

Talleres de formación
Para músicos interesados en el trabajo comunitario y la improvisación relacional.

Acompañamiento
A instituciones que desean integrar la música en sus modelos de atención.

Participación
En festivales, foros y espacios públicos de sensibilización.

Cocreación, improvisación relacional y presencia compartida
Nuestra metodología parte de un principio simple: cada persona tiene una voz musical propia, incluso cuando el lenguaje verbal se ha desdibujado. A través de la improvisación relacional, las sesiones permiten que esa voz emerja en un entorno seguro, respetuoso y horizontal.
Nuestra metodología
Parte de un principio simple: cada persona tiene una voz musical propia, incluso cuando el lenguaje verbal se ha desdibujado. A través de la improvisación relacional, las sesiones permiten que esa voz emerja en un entorno seguro, respetuoso y horizontal.
Cada encuentro se estructura en tres momentos:
1. Preparación del espacio y conexión entre músicos.
2. Sesión de improvisación relacional con un grupo de personas viviendo con demencia y sus cuidadores.
3. Espacio de reflexión con los cuidadores, que forma parte integral del proceso.
La improvisacion relacional consiste en la creación musical donde el músico no dirige ni enseña: escucha, responde, se pone disponible. Los sonidos surgen del gesto, del silencio, del recuerdo de quien esta frente a el. Lo que se crea en cada sesión es irrepetible: una obra viva, colectiva y honesta.
Esta práctica está enraizada en más de una década de experiencias en Europa y América Latina, y ha sido sistematizada como parte de un programa de formación artística con impacto social.
Conectar con la Demencia:
El Poder de la Música y la Escucha
Descubre cómo la música crea conexiones profundas con personas que viven con demencia. Una experiencia humana que va más allá de las palabras.
Músicos, cuidadores, aliadas y aliados
El proyecto Música y Demencia en México está dirigido por el músico Israel Castillo Hernández y cuenta con un equipo de artistas con profunda experiencia técnica y una disposición ética hacia el encuentro humano.
Cada integrante aporta su trayectoria, su lenguaje musical y su sensibilidad para co-crear con personas en situación de vulnerabilidad. El trabajo se sostiene en la escucha mutua, la diversidad cultural y la práctica constante de reflexión compartida.
Participan también cuidadoras formales e informales, especialistas en geriatría, instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil. Juntos formamos una comunidad artística comprometida con el cuidado, el aprendizaje y la transformación social desde el arte.

Josafath Larios
Ha recorrido músicas tradicionales de Asia, África y América, además de repertorios históricos y contemporáneos. Su formación en México y Barcelona le permite crear atmósferas donde la percusión se convierte en un lenguaje de cohesión grupal.

Israel Castillo
Creador del proyecto, su formación como intérprete se transformó en el marco del programa NAIP, donde consolidó una práctica centrada en la improvisación relacional, el cuidado como arte y la creación compartida como forma de conocimiento.

Diego Ceballos
Su recorrido en orquestas, ensambles de música antigua, y grupos comunitarios en América Latina le ha permitido desarrollar una práctica de improvisación somática que sostiene el espacio creativo y favorece el diálogo intergeneracional.

Mélodie Michel
Formada entre Francia, Estados Unidos y México, integra la interpretación y la investigación desde una mirada intercultural. Su experiencia le permite traducir señales mínimas en sonido compartido y generar contextos de cuidado desde la escucha.

Gabriela Quintana
Con una trayectoria que cruza la música académica, popular y comunitaria, y estudios en musicoterapia, Gabriela vincula cuerpo, ritmo y comunicación para acompañar procesos expresivos en personas que han perdido el lenguaje verbal.