Es un proyecto que transforma la improvisación musical en una forma de encuentro entre personas que viven con demencia, sus cuidadores y músicos profesionales. Inspirado en el modelo Music for Life de Linda Rose, propone nuevas formas de relación a partir de la escucha, la presencia y la creación conjunta.
La música puede abrir canales de expresión, favorecer la conexión emocional y generar momentos significativos para quienes viven con demencia y sus entornos de cuidado.
Nuestro enfoque no busca lograr resultados clínicos directos, sino ofrecer espacios de relación donde la expresión sea compartida y reconocida. Existen investigaciones que
estudian estos efectos en paralelo, como el estudio clínico en curso con el INGER.
Música y Demencia México no es una intervención clínica ni un programa terapéutico. A diferencia de la musicoterapia, no se orienta a modificar síntomas o conductas, sino a crear un espacio de co-creación, donde la música surge de quienes participan. La relación se prioriza sobre el resultado, y el valor está en lo que se comparte, no en lo que se
corrige.
Personas que viven con demencia, sus cuidadores principales y músicos profesionales invitados al proceso. Las sesiones se realizan en colaboración con instituciones de salud y cuidado, y están organizadas en grupos reducidos para facilitar la presencia y la interacción.
Actualmente, el proyecto se desarrolla en la Ciudad de México, en alianza con el Instituto Nacional de Geriatría (INGER) y otros espacios comunitarios. Está en proceso de expansión a nuevas regiones del país a través de colaboraciones con centros de salud, casas de día y universidades.
Si eres músico, cuidador, familiar, profesional de la salud o formas parte de una institución interesada en colaborar, puedes contactarnos a través del formulario en la sección “Contacto”. También puedes apoyar nuestro trabajo realizando una donación, la cual contribuye directamente a llevar sesiones de música y demencia a más personas y comunidades.
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Los músicos participantes forman parte de un proceso de acompañamiento a través del programa Solo for All. Este proceso parte del principio de que la musicalidad es
compartida y que el músico actúa como canal, no como protagonista. La formación combina trabajo en equipo, escucha activa, improvisación y reflexión colectiva.
Los cuidadores forman parte integral del proceso. Participan en las sesiones musicales junto a las personas que cuidan y en espacios de reflexión grupal. El vínculo entre ambos se fortalece al compartir un espacio donde la comunicación ocurre más allá de las palabras.
El proyecto prioriza la observación relacional y el aprendizaje a partir de la experiencia compartida. No se busca medir resultados a través de escalas externas. Sin embargo, en
colaboración con el Instituto Nacional de Geriatría (INGER), se lleva a cabo un estudio clínico independiente que analiza, desde una perspectiva científica, los posibles efectos
de la música y demencia en el bienestar de los participantes.
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